Lo que resulta casi imposible es que te alejes de mi mente si al final de mi viaje llego al paraíso. Y es ahí donde lo pierdo todo. Por alguna extraña razón tengo la virtud de adelantarme al futuro en sueños, y al final siempre me quedo sin él. Sin mi futuro. Sin mis paseos por Gran Vía agarrada de tu brazo, sin compartir contigo una taza de café caliente viendo desde un ventanal en altura como pasea la gente, sin ir al cine juntos y dejar que tus manos manejen las mías en la oscuridad… Sin que un beso tuyo rescate el aire que mi boca abierta suele dejar escapar… como si fuese gratis… como si no se me fuese un poquito de vida cada vez que suspiro por ti. Me quedo sin todo sumida en la nada. Quiero pisar el freno, pero sin embargo, me acelero…
Hay veces que pienso que me he enamorado del amor, y que éste corre mucho más rápido que yo desde mis quince años... Yo que siempre me creí buena atleta… y ahora veo que parece imposible de alcanzar… Y para tranquilizarme, me da por pensar que el encargado de asignarnos un cupido a cada uno no me asignó uno tuerto, sino uno con aspiraciones… Ingeniero… Uno que sólo tirará su flecha con puntería y extrema precisión el día que termine la carrera… por lo que parece, no debe ser muy buen estudiante…
(si ya sabía yo que esto del blog no iba a ser buena idea...)
Disco de la semana: Alguien que cuide de mi (Christina Rosenvinge)
Canción: Alguien que cuide de mi… “Alguien que cuide de mí, que quiera matarme y se mate por mí”