No sé quién, ni por qué, ni cuándo decidió que yo debía de ir cumpliendo los míos uno a uno, pero sea quien sea le doy desde aquí las gracias; no sabe lo feliz que me hace. A veces me pregunto si “juego” es un sinónimo de “sueño”… ya sabes… por eso que dice todo el mundo de “desafortunado en amores, afortunado en el juego”… o como sea. Si no, creo que el refrán está equivocado.
Mi madre siempre me cuenta que aprendí a montar en bicicleta un día que le dije a mi padre: “Papá, he soñado que me quitabas los ruedines”. Le obligué a hacerlo, a quitarme los ruedines y llevarme con la bicicleta a La Fuencisla. Ese mismo día empezó en mí esa aventura que todo niño tiene alguna vez en su vida, la ciclista. Así aprendí a nadar también. Puede resultar curioso, o increíble… pero lo cierto es que a los pocos días de mi sueño de Indurain, mi almohada me contó que nadaba sin manguitos. Mi padre, viendo el buen resultado de la vez anterior, confió más en mis presagios y me metió en la piscina para ver si flotaba. Desde entonces y hasta estos últimos veranos, que no he nadado apenas, porque he preferido quedarme sentada al lado del socorrista (es lo que tiene hacerse mayor), me he movido como pez en el agua en piscinas y mares. Mi siguiente sueño me veía paseando por NY en limousina… pero ese no lo he cumplido todavía. Creo que mis poderes pitonísticos se me fueron de las manos.
La cuestión es que llevo alrededor de dos años soñando dormida y despierta, y veo como poco a poco se van cumpliendo esos sueños. La noche del 4 de Abril del año pasado ese alguien que convierte mi fantasía en realidad me bajó una estrella del cielo (foto)… Ayer, un comentario entre varias amigas, que hace un año y medio parecía absurdo y hecho en una noche de copas y cachondeo, se hizo realidad. Pude mirar, en los momentos fugaces en los que mi timidez me lo permitió, al búho cara a cara. Él con sus ojos y yo con mi guitarra… Solo fue una canción, pero suficiente para poder decir que otro de mis sueños se ha cumplido. Gracias chica de las promesas.
Canción: All at sea (Jaime Cullum)…. “I’m all at sea, where no one can bother me. Forgot my roots, if only for a day, just me and my thoughts sailing far away…”