Lo cierto es que no te he nombrado porque a mi eso de que te empeñes en dártelas de importante una vez al año… no me entra en la cabeza; y mucho menos en el corazón, que es donde se supone que tiene que entrar. Si te soy sincera, me pareces un chiste mal contado. Hoy, mientras todo el mundo era amable y cariñoso, yo he sido mala. Hacía tiempo que no me reía de tanta gente. El chico que iba con el ramo de flores secas en el metro, las dos señoras a las que su empresa les había regalado una rosa, todas las parejas que había en el restaurante donde he comido con el chico de mi vida…
El chico de mi vida es mi ahijado, un rubio guapísimo con los ojos azules y la sonrisa más bonita del universo; creo que he sido de las pocas personas que he podido degustar unos besos del día… Se veía que el resto de las mesas pedían a la carta, o que incluso ya los tenían encargados… pero yo no. Y entre las cosquillas que le hacía y lo gracioso que tú me resultabas, me he echado a reír tanto que he salido de allí con dolor de tripa. Para serte sincera, lo que me ha parecido más gracioso ha sido la máscara gigante con la que estaba cubierta la fachada de El Corte Inglés. Se nota que es época de carnaval.
Al final del día he acabado sintiendo lástima por ti, y yo creo que no hay cosa peor que alguien sienta lástima por otro. Me asustaría si sólo se acordasen de mi nombre una vez al año… Tiemblo al imaginarme siendo lo más importante de la tierra durante tan sólo veinticuatro horas. Veinticuatro horas para quererse… ¡qué pocas horas! Ni dicho en segundos parecen suficientes. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos. Me asfixia. Necesito espacio para todo lo que no cabe ahí. Me ahoga. Mucho. Demasiado. Me das pena… ¿cómo decías que te llamabas? Lo siento, es que estoy fijándome en el reloj… y ya pasó la hora bruja.
Disco de la semana: “Complejidad” (Efecto Mariposa)
Canción: “No me crees”… “No sé soñar si no es contigo, yo sólo quiero volverte a ver y decirte al oído todo lo que te escribo en este papel… entiéndeme”