Dolida; así estoy si me entero, cuando ya estás bien, de que has estado una semana con 39 de fiebre en la cama, y que por el simple orgullo de que fueses tú quien llamases primero a mi puerta, no he bajado a preguntarte qué tal el día… No he podido estar ahí contigo… Me dices que no me preocupe, que no tiene importancia, que tu cuarto parecía una habitación de alguien en cuarentena. ¿Sabes? Me da igual lo que pareciese… supongo que ahí es donde cruzo la línea del rango entre amiga y algo menos. Bueno, ahí, y al no permitir que mis labios se lancen a los tuyos en mitad de la oscuridad, entre humo y alcohol; prefiero no tocarte si vas ebrio... aunque mi temperatura aumente por momentos… te respeto.
Y ahí es donde ya no me quieres para lo que yo te quiero. ¿En qué absurdo manual has leído que una cosa no es compatible con la otra? ¿Por qué tiene que ser siempre el amor quién presente a la amistad? ¿Aún no te has dado cuenta de que soy distinta, de que voy a contracorriente del resto de la gente? ¡Bien! Quizás no seamos tan amigos… quizás todavía puedas sentir algo más por mí… Y sino, me gustaría que me dijeses en qué paseo, qué secreto te conté, en qué conversación por teléfono atravesé sin pudor la línea… Quizás cuando alguien invente una máquina del tiempo, yo pague todo el oro del mundo por retroceder a ese momento y opte por guardar silencio.
Venga, seamos sinceros. No entiendo por qué te pones nervioso al verme después de saludarme efusivamente, por qué me preguntas cosas tan absurdas como si tengo mañana clase… es martes; claro que tengo clase. No hace falta que me des a entender que estás hablando con una chica por el msn porque tiene clase a la misma hora que tú y estáis quedando para ir juntos… aunque, pensándolo bien… gracias por decírmelo, no he podido evitar mirar a la pantalla y sentir eso que llaman “celos” al ver unas letras rosas diciéndote “nos vemos a las…” Pensé que ya habías encontrado a alguien que no hubiese caído todavía a ese precipicio llamado amistad…
Bueno… Supongo que mañana será otro día más en el que la sonrisa de tu boca se convierta en una terrible jaqueca de mi cabeza… Igual mañana vienes a mi cuarto y hablamos… Sí, sí, tranquilo, como amigos… Pero seguirás dejando ese olor que hace que duerma contigo y sin poder abrazarte… Así es imposible olvidarte.
Disco de la semana: “Circular” (Vega) – es que estoy “monodisco”, lo siento-
Canción: “Y si sólo”…. “Difícil se me hace quererte y no tenerte, luchar contra la suerte que me separó de ti… buscarte entre mis cosas, soñarte en mis canciones, negarme a aceptar que todo tiene un fin”