Es cuestión de peso, y creo que lo más difícil es sopesarlo… pensar que realmente puedas pesar tanto como para que los principios, como el plomo en el agua, caigan de golpe y se sitúen al final de un vaso, que yo ahora veo medio vacío, incapaces de flotar…
¿A ti te pasa lo mismo conmigo? Piensa si no le pedirías al tiempo un comodín, aunque fuese de milésimas de segundo, para poder quedarte a mi lado un poco más; si cada detalle, por muy tonto que parezca no te recuerda a mí; si no te encuentras mi nombre escrito en cualquier parte y no se te llena la boca de satisfacción al pronunciarlo a la mínima ocasión… Piensa si no te pasarías el tiempo abrazándome con intermedios de dos segundos; si no tienes marcos con mi imagen colgados de dos de cada tres de los alfileres que sujetan tus pensamientos; si no le taparías los ojos al mundo de vez en cuando, para que no viese nada y así ser tú quien pudiese abrirlos y darte cuenta de una vez… de que hay cosas en tu vida que no son como realmente querrías. Que sí, que te hacen feliz, pero que eres consciente de que las hay infinitamente mejores, y están infinitamente más cerca de lo que quieres creer… Si no… tantas cosas que no pienso escribir…
Lo entiendo. Es cuestión de peso, pero hay que ser algo valiente para sopesarlo. Y entiendo que tú no lo quieras entender… no te culpo. Sólo quería decirte que tienes a tu disposición mi balanza; sin trucos, sin trampas, sólo con un lado repleto de lo que (creo que) yo te doy… por si la quieres usar en algún momento…
Canción de la semana: “Por ti” (E.B.S.)… “Por ti mi vida empeño, por un momento de verte sonreír… por ti mi alma vendo a cambio del tiempo que necesites para ser feliz”