No soy una conocida; cuando me ves, sonríes de verdad, sonríes con la boca y con la mirada, no lo haces por cumplir con la estúpida religión del cinismo de la que todos hemos sido practicantes alguna vez en la vida. Tienes mi número de teléfono y no sólo lo utilizas cuando necesitas pedirme un favor. Yo tengo tu número de teléfono. Te llamo por tu nombre desde el primer día y no porque lo lea en un documento, sino porque creo que tu madre te lo puso por algún motivo.
No soy tu mejor amiga ni tu mejor amigo; no soy a quien llamas para contarle tus males y bienes de amores, ni conozco cada paso que has dado en tu vida desde que empezaste el colegio hasta que terminaste la carrera. Tampoco eres tú a quien yo llamo, ni conoces todas esas historias que construyen mi pasado. Ninguno de tus primos y primas sabría quien soy si se cruzasen conmigo por la Calle Real, y yo tampoco sabría decir a qué miembro de tu familia he visto mientras compraba el pan o el periódico. Desconozco los viajes que has hecho y la gente que, a lo largo de tu vida, ha supuesto una pieza del puzzle que te da forma. Tuve que preguntarle a alguien qué día naciste para poder felicitarte el día de tu cumpleaños.
No soy eso que la gente llama “novia” o “novio”; no te llevo a pasear de la mano por las calles más conocidas de la ciudad, (como está escrito en los manuales de las parejas corrientes) ni tengo la necesidad de llevar una foto tuya de fondo de pantalla en el móvil para acordarme de ti. No te invito a comer los domingos a mi casa con mis padres, ni te llevo al cine los viernes por la noche para ver la película que sea. No tengo un cupón de besos que rellenar cada día, ni un inventario en el que queden reflejados los “te quiero” que te debo y que me debes. No cuento los días, meses y años que llevo a tu lado…
No soy nada de esto y sin embargo soy algo para ti.¿Amiga especial?¿Cuántos grados de especialidad hay en tus acepciones? ¿En cuál estoy yo? Soy quien sabe que estás mal o bien sin tener que preguntar, soy quien comparte tus gustos y quien conoce mil cosas sobre ti que nunca me has contado, soy a quien más de una vez has admirado, soy quien más de una vez te ha admirado, soy quien supo qué regalarte por tu cumpleaños y quien (creo) sabe cómo emocionarte y sorprenderte sin necesidad de marcas en un calendario. Soy quien sólo te llevaría al cine para ver la mejor película del mundo, aunque cada viernes hubiese una nueva mejor película del mundo en la cartelera. Soy de quien podrías hablar horas y horas sin cansarte y soy quien podría escribir miles de soliloquios sobre lo que me haces sentir, faltándome siempre tinta para un punto final. Soy palabras que te recuerdan a mí y frases que no te dejan olvidarme, soy de quien se ríen las canciones y tú de quien no paran de hablar hasta las paredes.
Y ahora te reto… defíneme, búscame en tu diccionario y dime qué y quién soy para ti… Y si me lo pides, paso página…
Canción de la semana: “4 besos” (Tiza)
“El tiempo no es la cura para durar mas de lo que dura, y dura es la caída cuando te me vas. Nada de lo que me digo suena visceral y todo lo que pasa se me pasara al final… he renunciado al delito de pensar para callar”