Me da rabia irme. Quiero quedarme, quiero aprender a no tener miedo a descolgar el teléfono, aprender a no tener miedo a molestar. Quiero seguir apuntando números de ciclistas que lo único que han ganado en toda la temporada es una etapa en la Vuelta a los Pirineos, e insultar a la señorita de la compañía de turno cuando amablemente me diga que el teléfono al que llamo está apagado o fuera de cobertura. Quiero seguir aprendiendo a defender mi información y escuchar atentamente tus explicaciones mientras un juez de línea marca un fuera de juego. Pero también quiero irme. Es una sensación rara. Sé que te voy a echar de menos, a ti especialmente, y por otra parte espero que me esperen cosas buenas al cruzar esta línea. La decisión la tomé hace unos meses y aunque el camino no lleve a ninguna parte, de momento, confío en que tiene que haber un destino; siempre lo ha habido.
Hoy no pienso escribirte una carta diciendo todo lo que me has enseñado o todo aquello con lo que me quedo de este verano, como ya hice el año pasado. No. Sería demasiado predecible, de hecho creo que este mismo soliloquio lo es, y ya sabes que a mí la norma me gusta poco. Todas las cosas con las que me quedo creo que son con las que te quedas tú también, así que no tengo porqué dejarlas escritas, porque mientras las recordemos seguirán ahí, y yo todavía no he aprendido a olvidar. Sin embargo, y con tu permiso, voy a dejar aquí apuntado lo que, en mi opinión, ha sido lo mejor de estos dos meses. A modo de crónica, con titular y todo.
APOTEOSIS EN LA REDACCIÓN
“La tarde hacía presagiar una histórica derrota en contra de la pobre chica de prácticas. La mala puntería de Anita con las bolas de papel, y el hecho de que su jefe se hubiese apoderado de todo el taco de hojas de sucio hizo que a las 20:35 horas el marcador reflejase un abultado 10-0 a favor de ‘Javiiiiiii!!!” . Sin embargo, y en un alarde sin precedentes, la becaria realizó un potente disparo que sembró la apoteosis en la Redacción. Anita aprovechó un momento de concentración máxima de su jefe, aplastó el papel con decisión, enfocó con la mirada el posible objetivo de la bola, disparó, y ésta impactó de manera contundente en el perfil derecho de ‘Javiiiii!!!’, entre el ojo y la mejilla, consiguiendo que Anita, por la calidad de su disparo, se convirtiese, en otro alarde sin precedentes, en la auténtica vencedora de la tarde”.
Hoy no te dirán que tienes un e-mail mío, ni a ti, ni a ti, ni a ti… no, a ti tampoco te voy a dejar algo en el buzón de entrada de la Redacción. Las cosas complejas se dicen de forma sencilla: te voy a echar de menos. Gracias por todo, de nuevo.
Canción de la semana: “Chasing Cars” (versionada por Sarah Bettens)
“If I lay here, if I just lay here, would you lie with me and just forget the world… I don’t quite know how to say how I feel”